

Un motivo por el cual nuestras cinturas se han agrandado durante las últimas décadas es que lo mismo han hecho las porciones.
Porciones distorsionadas
En la actualidad, las personas comen mucho más de lo que solÃan. Y mucho más de lo que necesitan. Esto significa que se encuentran asimilando constantemente más calorÃas que las que sus cuerpos pueden quemar. Lamentablemente, muchos de nosotros no advertimos que estamos comiendo demasiado porque nos hemos acostumbrado mucho a ver (¡y comer!) porciones grandes.
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Los tamaños de las porciones han aumentado durante los últimos 20 años. El precio de esta sobreabundancia es alto. Es sabido que las personas que cometen excesos sistemáticos al comer son propensas a tener sobrepeso. ​Pero también se arriesgan a sufrir diversos problemas de salud, incluidos presión arterial alta, colesterol alto, diabetes tipo 2, problemas en huesos y articulaciones, trastornos respiratorios y del sueño e, incluso, depresión. En el futuro, las personas que cometen excesos al comer tienen mayor riesgo a contraes enfermedades cardÃacas, insuficiencia cardÃaca y cerebrovascular.
Es fácil comprender por qué la industria gastronómica tiende a servir mucha más comida de la necesaria: ¡a los clientes les encanta sentir que están recibiendo lo mejor a cambio de su dinero! Pero el valor de las comidas no constituye un buen negocio si triplica nuestras calorÃas y prepara el terreno para los problemas de salud.
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Entonces, ¿qué puedes hacer para recuperar el control? Un buen punto para empezar es conocer las dos cosas que pueden ayudarte a comer con inteligencia: los tamaños de las porciones y las cantidades recomendadas de diferentes alimentos.
Ayúdate: la verdad sobre el tamaño de las porciones
Observa la etiqueta del envase de cualquier producto y verás una sección de información nutricional que indica el tamaño de la porción de ese alimento. Contrariamente a la creencia popular, el tamaño de la porción no indica la cantidad que debes comer. Simplemente es una guÃa para que observes cuántas calorÃas y nutrientes (y cuánta grasa, azúcar y sal) recibes al comer una cantidad especÃfica de ese alimento.
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A veces, el tamaño de la porción indicado en un paquete es mucho menor del que estás habituado a comer. En algunos casos, es perfectamente correcto (e incluso una buena idea) comer más que la porción indicada en el envase. Por ejemplo, si estás cociendo vegetales congelados y ves que el tamaño de la porción es 1 taza, no hay inconvenientes en comer más porque la mayorÃa de los vegetales tienen bajo contenido de calorÃas y son ricos nutricionalmente.
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Pero cuando se trata de alimentos con alto contenido de calorÃas, azúcar o grasa, el tamaño de la porción puede indicarte que estás recibiendo una cantidad mayor a la saludable. Si compras una botella de refresco de 20 onzas y la bebes de una vez, has consumido 20 onzas. Si la etiqueta indica que la porción es de 8 onzas, no sólo significa que has bebido 2 ½ porciones, sino que también has ingerido 2 ½ veces la cantidad de calorÃas y 2 ½ veces la cantidad de azúcar indicadas.
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Comer con inteligencia: recomendaciones
Las porciones te indican cuánto te nutre un alimento en particular, pero no te indica qué alimentos necesitas para permanecer sano, ni qué cantidad de estos alimentos debes comer.
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El plato del Buen comer ofrece información para calcular la cantidad de estos alimentos que cada persona debe consumir.
Una vez que sabes qué clases de alimentos y cantidades deberÃas comer, es más fácil calcular qué parte de ese plato rebosante nuestro cuerpo necesita realmente en lugar de cuánto desea. En lugar de tomar lo que la cafeterÃa de la escuela o tu restaurante favorito te sirva en el plato, puedes tomar el control comiendo la cantidad que necesitas.
